García de la Jara.

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Este vino proviene de la producción de una única viña junto al mar. En una zona de inviernos soleados y veranos frescos. Este vino destaca por su capa intensa, de fuerte tonalidad, con ribetes violáceos. Brillante y atractivo. 

Textura suave y carnosa, retronasal aromático, muy largo y potente. Fresco, afrutado con notas balsámicas. La cercanía al mar, le da un toque salino muy personal que favorece su digestión e invita a una copa. Ciruela intenso y oscuro.

Aroma reservado en un principio, poco a poco va desplegando todo un abanico de aromas complejos y sutiles. Notas a ciruelas, cítricos y tonos frescos, que se complementan con el chocolate, la fruta roja madura, la vainilla, el tabaco y el cedro. En boca primer impacto cremoso, goloso y profundo. Estructura firme y recorrido tánico por toda la boca hasta el final, donde se reencuentra con el chocolate y la fruta negra madura